Escucho tus palabras pero estas se me escapan,
como los segundos del reloj frente mi cama.

Volverme a perder en tu mirada,
descifrando si todavía soy deseada.
Volverme a sentir libre entre tus manos,
mientras pregunto a tus caricias si me amas.

Noches de insomnio.
Tu aroma en mi almohada junto a
mariposas que mi interior abrazan
añorando cada respiro,
cada palabra.

¡Por fin! te tengo en mis brazos,
pero me doy cuenta que no eres más
que un frió espacio entre mis sábanas.