Recorro un desierto donde sólo veo tumbas
Están la tuya y la mía.

Tus labios de nube me abrazaban.
Puedo verlos en el cielo
enredándose con las copas de los árboles.

Extraño aquel silencio donde nos amábamos,
ahora sólo tengo sueños truncados,
y un paisaje inexistente.

No me acerco a la luz, sino a la oscuridad.
Quiero llegar a ti,
todavía no dejo de respirar.